Aquí presento una decena de pistas que aisladas y por separado seguramente no indiquen nada particular, pero que si las percibes juntas en una relación que se torna complicada o conflictiva, entonces se convierten en indicadores de que estamos frente a una persona manipuladora. A menudo se usa el término genérico de “manipulador”, pero las personas manipuladoras, no tienen porque ser hombres, ni tampoco la pareja, también pueden ser, una madre, un hijo, cualquier familiar, un jefe o una compañera de trabajo.
1) Su seguridad y encanto de fachada,… y puramente superficiales. Dice tener las ideas claras, regirse por grandes principios, demuestra tener ideas y opiniones sobre todo, sabe más que nadie. Pero suele fijarse en lo negativo, criticar y tener palabras duras o despreciativas hacia los demás.
2) Su fuerza de seducción, de mirarte mucho, de aparecer y desaparecer cuando menos te lo esperas. En su caso, es para jugar contigo como el gato juega con el ratón.
3) Su mimetismo que hace parecer que de repente sois como “almas gemelas”, tenéis tantas cosas en común que parece que siempre os habéis conocido, que estabais destinados a conoceros o que estáis hechos en uno para el otro.
4) Sus cambios repentinos de humor, pasa de estar enfadado a estar normal a pesar de que no se haya arreglado ninguna situación de fondo. Te desconcierta con su labilidad emocional a la que no encuentras sentido, ahora triste – ahora alegre.
5) Su atracción emocional, sea a nivel afectivo unicamente o también a nivel sexual. De repente te encuentras enganchado, no puedes vivir sin su cariño, es como un imán que genera una dependencia emocional para ti.
6) Sus mentiras y omisiones, lo que conoces de él está lleno de agujeros negros. Te faltan cosas, hay cosas que no entiendes porque no te cuenta la verdad al completo. Lo hace con la disculpa de ser despistados, de mantener el misterio o de proteger su intimidad, pero en realidad es porque esconde de sí cosas molestas que provocarían tu enfado.
7) Su posición de víctima de otros, los demás abusan de él y lo manipulan mientras que él nunca ha hecho nada malo. Puede llegar a llorar por ello delante de ti sin sentir tristeza en realidad.
8) Su falta de responsabilidad en las dificultades de su vida le lleva a culparte de todo lo que le pasa y os pasa. La culpa es de los demás, nunca suya, echa balones fuera. Te dice que tú tienes un problema, que estás mal de la cabeza. Nunca te pedirá perdón.
9) Sus enfados cuando no consigue lo que quiere, por ejemplo, si no consigue tener relaciones sexuales contigo, no consigue que le des dinero, que le prestes algo, que le hagas un favor, que pases tiempo en su compañía, que …
10) Convierte la relación en una relación parasitaria en la que obtiene de ti beneficios, cuando ya no le sirves y ha conseguido todo lo que le podías haberle dado: dinero, tiempo, hijos, comida, compañía, pasa de ti, te deja tirado de manera muy fría y te ignora. Pero cuando le vuelves a interesar, vuelve a aparecer en tu vida con típicas idas y venidas entre las cuales te deja simplemente en “espera” en un segundo plano hasta necesitarte nuevamente.
Si te sientes en dificultad, desamparado o atrapado en una relación con una persona de la que sospechas que te manipula, no dudes en consultarme. Puedo ayudarte.
Bertrand René Gerard
Psicólogo.
