El EMDR (Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares, por sus siglas en inglés) es una técnica terapéutica relativamente nueva que ha ganado popularidad en la última década. La técnica EMDR se basa en la idea de que los recuerdos traumáticos quedan almacenados en el cerebro de una manera disfuncional, y que el movimiento ocular puede ayudar a desbloquear estos recuerdos y permitir que el cerebro los procese de una manera más adaptativa. El objetivo principal del EMDR es ayudar a las personas a procesar y superar traumas y experiencias negativas que han quedado atrapados en su memoria.
La historia del EMDR
El EMDR fue desarrollado por la psicóloga estadounidense Francine Shapiro en 1987. En ese momento, Shapiro estaba pasando por un momento difícil en su vida personal y se dio cuenta de que sus propios movimientos oculares estaban afectando su bienestar emocional. Decidió investigar más a fondo y descubrió que el movimiento ocular puede ayudar a desbloquear recuerdos traumáticos y permitir que el cerebro procese la información de manera más adaptativa.
Shapiro comenzó a experimentar con el movimiento ocular en sus pacientes y descubrió que la técnica era efectiva para ayudar a superar traumas y otros problemas emocionales. En 1989, presentó sus hallazgos en una conferencia de la Asociación para el Avance de la Terapia del Comportamiento, y en 1995 publicó un libro titulado «Desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares: Terapia EMDR para trastornos emocionales».
Desde entonces, el EMDR ha sido utilizado por miles de profesionales de la salud mental en todo el mundo y ha demostrado ser una técnica efectiva para el tratamiento de una variedad de trastornos emocionales.
¿Cómo funciona el EMDR?
Durante una sesión de EMDR, el terapeuta guía al paciente a través de una serie de movimientos oculares, sonidos o pulsaciones táctiles mientras el paciente se enfoca en el recuerdo del evento traumático. El objetivo es que el cerebro procese el recuerdo de una manera menos dolorosa y más adaptativa, permitiendo que la persona se sienta más liberada y menos afectada por el trauma.
La técnica EMDR se divide en ocho fases, cada una de las cuales tiene un propósito específico. Aquí está una breve descripción de cada fase:
Historia clínica: El terapeuta reúne información sobre el historial del paciente y establece un objetivo de tratamiento.
Preparación: El terapeuta enseña al paciente técnicas de relajación y estrategias de afrontamiento para ayudar a manejar la ansiedad que puede surgir durante la terapia.
Evaluación: El terapeuta y el paciente identifican el recuerdo traumático que será el objetivo del tratamiento.
Desensibilización: El paciente se enfoca en el recuerdo traumático mientras el terapeuta guía al paciente a través de una serie de movimientos oculares, sonidos o pulsaciones táctiles.
Instalación: El terapeuta guía al paciente a través de una serie de movimientos oculares, sonidos o pulsaciones táctiles mientras el paciente se enfoca en pensamientos y sensaciones positivas relacionados con el recuerdo traumático.
Escaneo corporal: El terapeuta guía al paciente a través de una serie de movimientos oculares, sonidos o pulsaciones táctiles mientras el paciente se enfoca en sensaciones corporales relacionadas con el recuerdo traumático.
Cierre: El terapeuta ayuda al paciente a salir del estado emocional en el que se encuentra y lo guía a través de técnicas de relajación.
Evaluación: El terapeuta y el paciente evalúan el progreso del tratamiento y establecen metas para las sesiones futuras.
La terapia EMDR suele ser eficaz en un corto período de tiempo, a menudo en tan solo unas pocas sesiones. Además, es una técnica no invasiva y no utiliza medicamentos, lo que la convierte en una opción atractiva para muchas personas que prefieren soluciones naturales.
Si bien el EMDR ha sido utilizado principalmente para tratar trastornos emocionales relacionados con el trauma, como el TEPT, también se ha utilizado para tratar una variedad de otros problemas emocionales, como la ansiedad, la depresión y la fobia social.
En resumen, el EMDR es una técnica terapéutica innovadora y eficaz que ha demostrado ser útil en el tratamiento de una variedad de trastornos emocionales. Si estás buscando una solución efectiva y no invasiva para superar traumas y otros problemas emocionales, el EMDR podría ser una excelente opción. Es importante buscar un profesional de la salud mental capacitado en EMDR para recibir tratamiento adecuado y seguro.
En el Centro de Psicología René Gerard, estoy formado como especialista en EMDR.
Bertrand René Gerard
Psicólogo General Sanitario